Entrevista a David Yabo

Esta semana, como noticia en nuestra web, tenemos con nosotros a David Yabo (Bilbao, 1984), quien ha protagonizado el triple salto mortal de cambiar la tranquilidad de Madrid por una vida al límite a 20 kilómetros al sur de Tel Aviv, pendiente a cada instante de las sirenas que anuncian los misiles de Hamás para refugiarse en un búnker.

Cuando busco David Yabo en google, me encuentro con proyectos de diplomacia pública en congresos y redes sociales, entrevistas en medios de comunicación de habla hispana y artículos publicados en distintos medios de comunicación entre otras cosas. ¿Quién es David Yabo?

David Yabo no sabe si quiera quien es él. No he tenido tiempo suficiente para pensar en eso.

Podría definirme como Freelance, un chico para todo y que se apunta a todo, menos para bailar.

Pero quizás la mejor definición sería la de judío conservador e israelí liberal. Dedicado en cuerpo y alma a la defensa de Israel contra quienes nos difaman y cuestionan nuestra existencia. Casado y con dos gatos que aboga por una solución de dos Estados y evitar la desaparición del único estado judío. Con ganas de hacer más y saber aún más. Creo que ya.

Explica los motivos de tu Aliya a Israel.

La aliá, tal y como lo estipula la Ley del Retorno, es un derecho de todo judío. Yo añadiría además que es una necesidad para el alma. Un milagro en nuestros días por el que cada mañana al despertarnos debiéramos de gritar shehejeyanu. No se trata simplemente de una política de inmigración, o de ganar de forma consecutiva otra batalla más a la guerra demográfica, o de cambiar de aires. Aun quien nunca se haya planteado hacer aliá, el hecho de que tengamos ese derecho significa que aun mantenemos la soberanía en nuestra patria ancestral.

Cada uno hace aliá por muy diversas razones; persecución, problemas económicos, judeofobia, aventura, amor… yo lo hice bajo un espíritu sionista y de no estar casado hubiera ido gustoso a vivir a un Kibutz. Muchos aún creen que hice aliá por amor porque coincidió el mismo mes que me casé con mi marido - el nació en Israel -, pero no. Precisamente por quererle más a él que a mí mismo es el motivo por el que hoy vivimos en la diáspora, aunque el término que suela emplear sea el acorde con mi sentir; exilio.

¿Qué es para ti Israel?

Cuando hablamos de Israel pensamos en un país de Oriente Medio, rodeado de enemigos, arena, desierto, Jerusalén, Tel Aviv, playas, misiles, conflicto o religión. Pero pocas veces cuando se habla de Israel se piensa en inconformismo y resistencia. En la terquedad de un pueblo que se resiste a desaparecer y decide ir contracorriente, contrariando a más de una centena de países. Cuando pienso qué es para mí Israel y su población, su pasado, presente su futuro pienso en un pueblo de dura cerviz. Sin ese concepto Israel hoy no existiría.

Veo que lo que haces es difundir todo lo que puedes, la realidad de Israel, explicando todas las cosas buenas (turismo, proyectos...), y desmintiendo muchos estereotipos. Cuéntanos un poco el porqué de esta iniciativa.

Como judío me es imposible no reaccionar ante cualquier difamación contra el Estado judío. Se puede criticar a Israel y se debe criticar a Israel, pero en el momento en el que alguien cuestiona su existencia deben saltar todas nuestras alarmas y estudiar al citado individuo. Lo más probable es que no sepa de qué está hablando, como suele ocurrir en la mayoría de los casos, y en ese aspecto se le puede hacer entrar en razón explicándole que su argumento carece de sentido, o que está basado en un prejuicio y no en una realidad. Cuando eso ocurre en muchos casos se puede mantener un debate con ellos e intercambiar opiniones. Nuestro cometido no es convencerles sino explicarles en qué se equivocan.

¿Qué es Hasbará?

Hasbará viene del verbo hebreo lehasbir, explicar. Quien hace hasbará está explicando o esclareciendo las políticas del Estado de Israel desde un punto de vista apolítico y siempre, lo más importante y pilar fundamental de la hasbará, mediante pruebas y datos. No se puede explicar tal o cual cosa a través de eslóganes y frases bonitas, o incluso mediante una simple fotografía, sino a través de gráficos, datos, pruebas y contrastar una y otra vez dicha información.

También muy importante es acudir a fuentes oficiales antes de dar por cierta algún tipo de información. La hasbará requiere también de autocrítica y aceptar la idea de que el Estado de Israel no es perfecto, de que como cualquier país tiene fallos. Aceptar tales fallos y explicar la razón de dichos fallos. Como explicaba anteriormente, hasbará no es convencer a nadie, sino explicar y esclarecer un dato erróneo contra Israel.

¿Algún proyecto a corto o largo plazo? Proyectos muchos, muchísimos, financiación poca. Muy poca. Si bien quienes nos dedicamos a la hasbará lo hacemos de forma altruista, siendo este uno de los pilares fundamentales de este asunto, a la hora de querer realizar proyectos más considerables se hace necesaria cierta financiación. Por poner un ejemplo, querer organizar una conferencia con israelíes no judíos como por ejemplo, árabe-cristianos y árabe-musulmanes, drusos, bahaíes, circasianos, beduinos, etc. para que expliquen su día a día como población minoritaria en el Estado judío y disipar prejuicios de grupos de corte antisemita como el BDS, que acusan a Israel de ser un estado de apartheid. Este tipo de empresa conlleva elevados costes, como viajes, hoteles, dietas y todo el planteamiento que supone.

Sin embargo existen otros proyectos, y a muy bajo coste pero que se hace necesaria la participación de todos. Como pueblo de dura cerviz que somos, pero sobre todo como pueblo unido que seguimos siendo a pesar de todo, ahora más que nunca debemos de aceptar que “todo judío es responsable uno del otro” (Sanedrín 27:72)