Luchar contra todo tipo de racismo o exclusión

En septiembre proceden dos grandes fiestas judías. La primera es el Rosh Hashaná y la segunda el Yom Kipur. Moriah Ferrús, directora de religión y culto de nuestra comunidad, nos explica más acerca de estas celebraciones

¿Qué significa y cómo celebráis el nuevo año?

Rosh Hashaná significa literalmente Nochevieja. Es un fiesta que comienza el primer día del mes de Tixré, mes que suele caer a mediados de septiembre o principios de octubre. Los meses en el calendario judío comienzan cuando podemos ver en el cielo la luna que comienza a crecer. Este año, celebraremos Rosh Hashaná el día 20 de septiembre cuando caiga la noche, y lo celebraremos dos días, todo el día 21 y todo el día 22. Según la tradición, en Rosh Hashaná celebramos la creación del hombre y la mujer el sexto día de la creación. Reconocemos así Dios como creador de todo lo creado. Empezamos el año deseándonos 'Hashaná  tova umetukà' que lo podríamos traducir como 'que tengas un nuevo año bueno y dulce', y se acostumbra a comer manzana untada con miel. También en Rosh Hashaná se toca el shofar, que es una especie de instrumento litúrgico muy ancestral fabricado con cuerno animal. De hecho, uno de los preceptos de Año es escuchar el sonido del shofar.

Diez días más tarde, celebráis el Yom Kippur. Como hemos de entender la expiación en el siglo XXI?

Es una pregunta ciertamente interesante: cómo adaptar la tradición a los nuevos tiempos y cómo entenderla sin dejar de lado la esencia. Nos explican nuestros sabios de venerable memoria que dos tipos de faltas y ofensas a rectificar: los cometidos entre uno mismo y Dios, y los cometidos entre uno mismo y sus semejantes. Los cometidos hacia Dios pueden quedar perdonadas el día del Perdón. Los cometidos con los semejantes, no son perdonadas a Kippur, a no ser que exista un arrepentimiento real y haya una reconciliación entre las partes afectadas. Es un buen momento, pues, para dar cuenta de todo lo que ha ocurrido en el último año, desde el Kippur del año pasado hasta el Kippur de este año, intentar ser conscientes de nuestros actos y de cómo estos afectan a las otras personas y nuestro entorno. Esta reconciliación con Dios y con los demás, determinará la suerte que correremos en el año que acaba de empezar.

Hay diferencias en la celebración de estas fiestas en las comunidades judías que hay en Cataluña?

Ciertamente hay diferencias, fruto de la diversidad que tanto enriquece nuestras comunidades. En el mundo judío hay dos grandes ritos, el sefardí y el asquenazita. Esto ya de por sí es una gran diferencia. Sólo por poner un ejemplo, los judíos sefardíes solemos recitar las selikhot, unas composiciones litúrgicas propias de estas fiestas para implorar misericordia divina y perdón, cuarenta días antes de Kippur. En cambio, el mundo asquenazita empieza a recitarlas unos días antes de la gran fiesta. Por otra parte, cada comunidad tiene sus costumbres especiales y sus particularidades. Lo que es cierto para la liturgia, también es cierto para los tipos de comidas, por las canciones que se cantarán y por la forma de celebrar la fiesta. Pero todo esto es muestra de diversidad innata del pueblo judío.

¿Qué caracteriza la Comunidad ATID dentro del judaísmo catalán?

Podríamos definir Atid como una comunidad respetuosa con la diversidad, en todos los sentidos. Nuestra sociedad está cambiando a pasos acelerados y creo que las comunidades tenemos que estar a la altura de estos cambios y, también, tenemos que estar en permanente cambio para poder fluir con los tiempos que vivimos. Desde mi punto de vista, y viendo y analizando la realidad judía en países con más población judía que en Cataluña, creo que los retos centrales para el futuro son, entre otros, la aceptación de la mujer en la vida pública y litúrgica de las sinagogas al máximo posible, la inclusión de colectivos tradicionalmente excluidos, como el colectivo judío homosexual masculino, y la gestión de la diversidad familiar judía. Nuestras sinagogas deben ser lugares de acogida y lugares donde, con la ley judía en la mano, damos soluciones a los problemas de la gente. No siempre es fácil, ciertamente, pero a Atid tenemos bien presente cuáles son los retos de futuro e intentamos afrontarlos de la mejor manera posible.

Atid se define como una comunidad tradicional e igualitaria. ¿Qué representa esto para las mujeres?

Cierto, nos gusta definirnos como una comunidad tanto tradicional como igualitaria, una comunidad que, por un lado está firmemente arraigada en nuestra heredada tradición milenaria y, por otro lado, con una firme convicción de adaptación a la vida moderna . Durante siglos, y en la mayoría de civilizaciones, culturas y también religiones, la mujer ha sido apartada sistemáticamente de la vida pública. En el último siglo, la mujer ha ido incorporando en estos espacios públicos que antes eran sólo territorio masculino. El judaísmo no ha quedado al margen de esta emancipación. Hoy en día podemos ver mujeres presidentas de comunidades judías, y nadie pone el grito en el cielo. También podemos ver directoras comunitarias que son mujeres, y parece también lo más normal del mundo. Ahora ... cuando quien dirige la vida religiosa y los servicios litúrgicos de una comunidad es una mujer, aquí ya empiezan a saltar las alarmas. Llegado este punto, empezamos a ampararnos en la ley judía, a parapetarse seleccionados la tradición y buscar mil y una explicaciones para echar a la mujer del espacio público sinagogal. Y lo contrario, precisamente, es lo que debería ser cierto: ampararnos en la ley judía y parapetarse seleccionados la tradición judía para conseguir la inclusión de la mujer en el máximo de espacios posibles en nuestras sinagogas .

¿Cuál es su implicación con la comunidad? ¿Qué responsabilidad desarrolláis?

En estos momentos soy la directora de Educación y de Culto de Atid. Esto se traduce en hacerme cargo de la vida litúrgica, religiosa y educativa de la comunidad. En cuanto a la liturgia, es un tema que realmente me apasiona. Tanto es así, que hace años que soy miembro de la EAJL, la European Academy for Jewish Liturgy con sede en Londres, centro de referencia para los cantores litúrgicos judíos. Como Hazan, oficio los servicios religiosos de Xabat, de las fiestas principales y también de las Altas Fiestas, como Rosh Hashaná o Kippur. A nivel religioso, me hago cargo de todo lo que tenga que ver con el ciclo de vida judío. Nuestra Comunidad Atid es muy viva: cada año tenemos multitud de eventos como nacimientos, Bat o Benei Mitzvá, bodas y también, desafortunadamente, algún fallecimiento. También acompaño aquellas personas que quieren convertirse al judaísmo. Atid ofrece todo tipo de clases y cursos durante la semana, como hebreo moderno, hebreo litúrgico, clases de Talmud, clases de ley judía, el curso de conversión, clases de Torá semanales. Nuestras actividades semanales son abiertas a un público tanto judío como no judío.

¿Cuáles son los principales retos del judaísmo en Cataluña? Tiene proyectos a largo plazo?

Creo que, después de los actos terroristas vividos en Barcelona y en Cambrils en este mes de agosto, como comunidad religiosa minoritaria en Cataluña, tenemos que trabajar para luchar contra cualquier tipo de racismo o exclusión en Cataluña. Debemos hacer todo lo posible para erradicar de nuestra sociedad la islamofobia, la gitanofòbia o la judeofobia, en cualquiera de sus variedades modernas. Lo tenemos que hacer, y lo tenemos que hacer juntos. Debemos perder el miedo al otro, tenemos que crear espacios de intercambio y de convivencia, por nosotros y por las generaciones futuras. Cataluña siempre ha sido una tierra de acogida, y tenemos que hacer todo lo posible para que continúe así. En este sentido, quiero alabar públicamente el trabajo que haga desde Asuntos Religiosos. Contad siempre con Atid lo que haga falta.

Shalom y Hashaná tova uMetukà 5778 a todos!